sábado, 2 de junio de 2012

¡Amnistía para todos!



Una nueva propuesta del partido popular ha levantado las alarmas entre las asociaciones ecologistas y expertos. Esta vez se está planteando perdonar aquellos proyectos urbanísticos que se realizaron en fraude de ley en terreno no urbanizable. Más concretamente, la propuesta pasa por dejar sin efecto miles de sentencias firmes que imponían la demolición de construcciones ilegales. Esta medida se envolverá con un bonito papel y se venderá a los ciudadanos como un plan de rehabilitación urbanística que tendrá por finalidad salvar a miles de familias de ser afectados por la demolición de sus casas ya construidas.

En este sentido y ante tal demagogia debemos de ser claros a la hora de exigir el cumplimiento de las leyes y más aún, el cumplimiento de sentencias firmadas por nuestros órganos judiciales. Por medio del “que más da si ya está construido”,  no podemos justificar y condonar la especulación urbanística que hemos sufrido y el beneficio obtenido irregularmente por aquellos facinerosos que se dedicaban a recalificar terrenos y conceder permisos de construcción en zonas protegidas y no urbanizables, mancillando el cargo público y la confianza que el pueblo había depositado en ellos.

Si esta norma sale adelante será un insulto para todas las personas que componen y representan al poder judicial en este país, porque les estaremos enviando el mensaje de que su trabajo no sirve para nada. Pero mayor será el insulto hacia todas las personas que creíamos que en la sociedad actual había una separación de poderes y que era imposible que el poder ejecutivo pudiera coartar y limitar las acciones del poder judicial.

A esta medida deberíamos de sumarle anunciada hace menos de dos meses. La imposición de una amnistía fiscal que absolverá de todos sus pecados aquellas empresas y particulares que se habían dedicado a evadir impuestos en España llevando su patrimonio a paraísos fiscales. La única exigencia será que declaren ante la Agencia Tributaria el dinero defraudado y, como si de una regañina o mera azotaina se tratara, deberán tributar por el 10% de lo declarado.

Siempre que me paro a pensar en la cantidad de personas que se van a beneficiar de estas dos medidas me viene a la cabeza el anuncio de helados que protagoniza Iniesta con el eslogan “Kalise Para Todos”. Lo que pasa es que cuando lo reproduzco en mi mente me aparecen altos cargos de entidades financieras o de grandes empresas comiendo helados mientras Cristobal Montoro grita sonriente “¡Amnistía para Todos!”.


Mientras tanto, el contribuyente medio tiene que soportar continuamente una losa -o una lápida, no lo sé porque desde debajo no se distingue bien- compuesta de recortes sociales y laborales, de subidas de impuestos, de congelaciones salariales, etc. que va creciendo y que tiene gravado bien en grande: “Has vivido por encima de tus posibilidades”.

Por último, me gustaría que relacionáramos ambas situaciones y que nos planteáramos si lo justo, lo realmente justo no sería perseguir el fraude fiscal en vez de arrodillarnos ante él, investigar o juzgar a las personas que se han beneficiado de la especulación en terreno ilegal. En definitiva, si lo más justo no sería que las personas que han estafado, mentido y robado, no pagaran proporcionalmente por los actos ilegales cometidos, en vez de concederles una Amnistía y que otros aguantemos su vela.

2 comentarios:

  1. Es cierto. El trabajo del poder judicial en este país no vale para nada. La Justicia está corrompida desde hace mucho tiempo. Eso es un hecho. En la sociedad actual no hay ningún tipo de separación de poderes. Que se lo pregunten al ex-presidente, y que pregunten en el País Vasco, a ver si hay separación...

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  2. Haciendo referencia a tu último párrafo: En este país queda más patente que en ningún otro sitio, que los ciudadanos importamos una mierda, y más aún cuando en lugar de juzgar y encarcelar a banqueros especuladores y estafadores, se les recompensa con indemnizaciones millonarias. A mi me parece... que a) deberíamos aprender un poco de Islandia y b)Nuestros políticos empiezan a parecerse cada día más a los de Ciudad de México o Juárez. Damos lástima como país, que quieres que te diga.

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