El pasado miércoles 11 de julio, durante la manifestación de los mineros, la Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid se dio el lujo de ironizar sobre la afluencia de personas que había manifestándosey sobre la legitimidad que tenían para ser oídos.
Por la sátira burlesca de su entonación le debía parecer gracioso que miles de personas reivindicaran su derecho al trabajo, reivindicaran que se cumpliera un acuerdo ya firmado. Y le debió parecer gracioso porque se sentía legitimada y protegida por aquellos que la habían elegido, al menos 3 campos de futbol llenos de personas…¡”distintas”!
Pues bien, sus palabras me dieron que pensar e hice un ejercicio de reflexión para saber cuán es la legitimidad del actual gobierno. Creo que podré hacer un pequeño resumen:
En España actualmente viven algo más de 47 millones de personas. En las elecciones generales del 2011 éramos unos 35 millones de españoles los llamados a votar a las urnas. De estos, sólo 24 millones decidieron ejercer su derecho a voto, el resto, un 30% del total, bien por pasividad o por disconformidad con el sistema decidieron no participar el 20-N. De los votos si ejercidos, gracias al sistema de circunscripciones maravilloso que tenemos, se dio la situación de que con algo más del 10 millones de votos, el Partido Popular obtuvo mayoría absoluta holgada con 186 escaños (la mayoría absoluta se obtiene con 176).
Esto es, con el actual sistema democrático se da la situación de que el gobierno ha sido elegido por mayoría absoluta y, por tanto, con plena capacidad de decisión, únicamente teniendo el 28% de los votos del total de electores. Si queremos ser aún más dramáticos, el porcentaje se reduciría al 21% de representatividad si contamos con todos los españoles, sean electores o no. Tomemos un porcentaje o el otro tenemos que éste no supera al de personas que decidieron abstenerse.
Y ahora me asaltan las dudas, ¿realmente se creen con toda la capacidad de decisión? ¿Se creen que todos los españoles hemos depositado en sus manos la batuta de mando y que vamos a hacer todo lo que nos digan sin cuestión alguna porque han sido elegidos por el 21% o 28% de la población?
Pues tras tantas manifestaciones, y siendo tan reciente la de ayer, 19 de julio, en la que miles y miles de españoles hemos salido a la calle a decir basta a tanto recorte, me tomo la licencia de invitar al gobierno a que recapacite si realmente cree que con 10 millones de votos tiene la capacidad de someter a España entera. Que se plantee si quiere seguir llevando esa política de soberbia, si quiere seguir riéndose de los mineros o si quiere que se jodan los desempleados. Y sobretodo, quiero advertirles de que este sistema no solo elige democráticamente al poder ejecutivo y al poder legislativo (ahora parecen el mismo), sino que también hay otros órganos los que son elegidos de este modo. El ejemplo más claro son los sindicatos, que son votados y elegidos en cada empresa democráticamente por los trabajadores y, por tanto, su legitimidad para reclamar audiencia e interlocución es la misma, sino mayor, que la que les ampara al gobierno. Por tanto, estaría bien que se allanaran con el pueblo y que escucharan lo que éste les demanda, aunque mucho me temo que esa calaña está muy lejos de querer arrimarse al pueblo nada más que para conseguir votos cada 4 años. Una pena que no vean que cada vez somos más los que no nos callamos, los que mostramos nuestra disconformidad porque cada vez tenemos menos que perder.
Por último un ejercicio de reflexión para todos, ¿En qué sistema nos vemos inmersos cuando no se puede castigar ni denunciar a un partido que ha llegado al poder con un programa electoral que finalmente no sólo no cumple, sino que realiza todo lo contrario a lo reflejado en éste? ¿No creéis que debería de existir un mecanismo de impugnación y denuncia para acabar con esta práctica del todo fraudulenta?
Espero que todos lleguemos a la misma conclusión: nuestro sistema actual es una farsa. Del mismo modo espero que haya una cuestión con enorme discrepacia: ¿Qué vía tomamos para cambiarlo?
Bueno bueno, querido amigo, me congratula enormemente que haya salido a la luz esta cuestión. Efectivamente, nuestro sistema electoral (además del económico y del político en general)es una farsa, y ya va siendo hora de que el pueblo (ese 72% o 79% -según se mire-)salga a la calle y decida actuar de forma más activa. Porque, por lo visto, unas cuantas manifestaciones (AUTORIZADAS por la gente contra la que se quiere protestar) no son suficientes. De echo, creo que los alcaldes de turno se parten el culo dentro de su despacho cada vez que firman la autorización para que pueda efectuarse una manifestación por las calles de su ciudad. Debe ser como una broma de mal gusto, pero no para ellos, sino para nosotros.
ResponderEliminarEs una farsa total. Desde hace años, además.
ResponderEliminarMi opinión es clara al respecto. Y cada día que pasa lo tengo más claro. Se necesitan, sin duda, soluciones drásticas (aquellas que ningún partido tomaría por miedo a una guerra civil sin precedentes). Reforma ABSOLUTA de la Constitución y del Código Penal. Una mayor persecución de lo que realmente ha arruinado y está arruinando este país (organismos, instituciones, dobles morales y sobre todo, duplicidades). Una conciencia política que no existe desde hace años. Una separación absoluta y una des-politización de la Justicia. Y muchas otras cosas más que, seguro, por mi ignorancia, no alcanzo a saber y casi que ni a comprender.
Lo que no es lógico es que, ya que mencionas a los sindicatos, salgan ahora a la calle. Precisamente ahora, que se les han retirado subvenciones y ayudas (que, por otra parte, debieron ser retiradas hace muchísimos años, al igual que para los partidos políticos). Porque mientras estamos untaditos, no movemos un dedo a favor del trabajador. Ahora, cuando ya no vivimos tan bien... ala, a la calle!!
Este país es una vergüenza. El sistema está taaaan jodido, que, salvo una entrada en razón de nuestros dirigentes (que nunca se va a producir, básicamente porque no conviene, a ninguna de las partes, porque han conseguido llegar a vivir muy bien), esto se va a pique.
Y pretenderán solucionarlo subiendo el IVA, o bajando el sueldo a los funcionarios.
¿Y qué va a pasar? ¿Solucionarlo? Pues no me extrañaría, amigo mio, y espero que con los menores daños posibles, que esto explotara de verdad. Prepárate para que se prenda fuego al Congreso o similar. No me extrañaría nada.